Además de la idea, la técnica o el motivo a representar, en el proceso de creación de una obra es fundamental contar con ciertos materiales clave y de calidad para su elaboración.
Los artistas debemos conocer la importancia de trabajar con un material específico u otro para que se adapte a la técnica empleada y a los materiales. Sólo de esta forma conseguiremos dar a la pieza una mayor durabilidad, presencia, valor y carácter.
¿Qué se necesita para crear una pieza artística?
Antes de comenzar con el proceso de creación, debemos elegir un soporte adecuado para la obra de sus características y dimensiones. En función de nuestros requisitos podemos elegir entre varios soportes;
Los bastidores ya entelados, son los conocidos lienzos, en los cuales se podría comenzar a pintar sin más trabajo. Encontraremos en el mercado gran oferta de medidas y calidades. Sin embargo, ya sea por dimensiones, formato o calidad, podríamos necesitar bastidores profesionales personalizados, algo normal en el mundillo profesional. Podremos encargar formatos pequeños, medianos o de grandes dimensiones incluso formatos originales. También tendremos opción de elegir la tela, ya sea de algodón o lino 100%…
La importancia de una correcta enmarcación
Una vez tengamos nuestro soporte y hayamos completado la obra, sólo nos quedará un último paso para dar por concluido el cuadro: la enmarcación. Al igual que hemos visto en el proceso previo a la creación de la obra, para hacer una correcta enmarcación tenemos que hacer uso de algunos materiales específicos que pueden encontrarse en esta página.
El primer paso será la elección del paspartú. Estos márgenes los solemos necesitar cuando enmarcamos láminas, grabados u obras cuyo formato final sea el papel, aportando más presencia y cuerpo a la pieza resultante. En lienzos o estructuras más sólidas no suele utilizarse.
En segundo lugar, tenemos que decidir si la obra irá cubierta o no. Cuando es óleo no se cubre, sin embargo, el resto de técnicas debemos cubrirlas para asegurarnos de una buena conservación de la misma. Para ello, necesitaremos un soporte para darle solidez y un cristal o metacrilato. Actualmente, es más frecuente el uso del metacrilato por su precio, peso, durabilidad y sobre todo por la gran variedad de acabados que nos ofrece: espejo, mate, transparente o de colores.
Cuando la obra es impresa, bien sea una fotografía o una ilustración digital, solemos usar un cartón pluma para darle más rigidez. Éstos los podemos encontrar de diferentes tamaños, grosores y colores. Solamente necesitaremos de un juego de cuchillas, para adaptar el tamaño del cartón a la obra, y un adhesivo en spray de buena calidad para que adhiera la imagen al cartón pluma. Para facilitar el proceso, podemos decantarnos directamente por el cartón pluma adhesivo.
En referencia a los colgadores, este sería el último paso. Tanto si queremos exponer las obras en una galería o en nuestra casa, tendremos que hacer uso de unos colgadores adecuados. En la elección de estos, dependerá el tipo de obra y de marco. Si es en cartón pluma, unos metálicos serán la opción perfecta; si es un marco de metacrilato sujeto con pinzas tipo acle, suelen ser piezas ligeras, con un cuelga-fácil tendrás más que suficiente.
Como hemos podido ver en este artículo, la creación y finalización de una obra conlleva varios pasos específicos. Por esto, antes de comenzar es importante seguir estas pautas, y si nos surgen dudas dejarnos asesorar por especialistas en el sector.
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