Decorar un espacio es un proyecto personalizado y único. Se comienza desde cero, se parte de la inspiración, pero siempre con un objetivo concreto en mente.
A grandes rasgos, la decoración de una vivienda se centra en la comodidad y el bienestar de los habitantes, mientras que la decoración de un local comercial se centra en la imagen de marca y la atracción de clientes. Por lo tanto, hay que tener en cuenta la funcionalidad, la estética, los materiales, la iluminación, el presupuesto y las regulaciones a la hora de decorar un espacio. Aun así, hay algunas diferencias que pueden ser resaltadas.
La finalidad de la decoración
Desde luego, al contratar un interiorista en Zaragoza para adaptar una vivienda a un estilo o una tendencia concreta, lo que se busca es crear un espacio acogedor, cómodo y que refleje la personalidad de las personas que harán vida allí.
Sin embargo, cuando se trata de decorar un local comercial, la finalidad no tiene nada que ver con lo anterior, sino que lo que se busca es sencillamente atraer más clientes, crear una imagen de marca contundente y fomentar la compra a través de cuestiones como el color, la ubicación de los productos y puestos de venta.
La estética y la funcionalidad
Dejando de lado la finalidad, es momento de adentrarse en aspectos como la estética y la funcionalidad, donde la decoración de viviendas y de locales es diferente.
- Estética: la estética de una vivienda está pensada de forma libre, incluso incorporando muchos estilos, colores, tendencias y preferencias de cada persona. Pero en lo que se respecta a la decoración de locales en Zaragoza, la estética tiene mucho que ver con que sea coherente con los valores de la marca y la imagen que quiere proyectar el negocio.
- Funcionalidad: una vivienda debe ser adaptable y muy práctica para las personas que vivirán allí. Se busca el confort y la fluidez. Sin embargo, la fluidez es mucho más determinante en un local comercial, donde además de eso se debe priorizar la posibilidad de que cada aspecto incentive la compra desde una perspectiva positiva, lo cual no es sencillo y requiere de la contratación de profesionales con experiencia.
Materiales e iluminación
Si hay algo en lo que se diferencian las decoraciones entre viviendas y locales comerciales es en el tipo de materiales que se utilizan y, más aún, en los sistemas de iluminación que se instalan.
Y es que, mientras en una vivienda los materiales son mucho más cálidos y acogedores, con la madera, el granito o el mármol como las preferencias principales, en los locales comerciales los materiales deben ser resistentes, duraderos y destacar por su innovación de acuerdo a lo que quiere transmitir la marca. Muchas empresas apuestan por el metal, por el microcemento o el hormigón para proyectar imágenes fuertes.
En cuanto a la iluminación también hay diferencias. La iluminación de un hogar por lo general es cálida y confortable, siendo útil para iluminar pero sin llegar a ser muy potente como para generar conflictos. En un local comercial, lo brillante y llamativo es la norma, ya que eso incentiva estados de alerta y permite atraer la atención de los consumidores. La luz blanca y de tecnología LED es casi una obligatoriedad.
Presupuestos y regulaciones
Por lo general, los presupuestos en las decoraciones de los hogares pueden ser más baratos si se equiparan en términos de metros cuadrados con respecto a la decoración profesional de un negocio. Sin embargo, mucho de eso dependerá de la empresa y de todas las preferencias que se quieran.
Lo que sí cambia es el tema de las regulaciones. En la decoración de un hogar hay muy pocas restricciones, más allá de las cuestiones meramente lógicas. Sin embargo, en cuanto a un local comercial siempre se debe acudir a profesionales, puesto que hay que cumplir con normativas de seguridad, de accesibilidad para los clientes y el personal, entre otras cosas.
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