Cuando necesitamos una alfombra solemos buscar en los catálogos de alfombras existentes de las tiendas. Y no reparamos en que, en muchas ocasiones, una alfombra hecha a la medida es la mejor solución para nuestras necesidades.
Confeccionarse una alfombra a medida es como ir a la modista o al sastre, pero en alfombra. Algo en lo que habitualmente no pensamos pero que nos puede salir muy a cuenta.
Porque así como es raro que necesitemos un vestido o traje a medida y tengamos que ir a la modista, sí que puede haber muchas ocasiones en las que nuestro suelo nos pida a gritos una alfombra específica que no encontremos hecha, y tengamos que inventárnosla, por así decirlo.
¿Por qué motivo vamos a necesitar una alfombra a medida?
Lo cierto es que muchas veces no lo vamos a necesitar, porque si nos podemos adaptar a las medidas estándar y a los materiales y colores que encontremos, tendremos nuestra alfombra sin problemas.
Pero en otras ocasiones no será tan fácil. Como por ejemplo:
1. No encontramos la medida que necesitamos.
Eso es así porque las fábricas trabajan medidas estándar, con una determinada proporción largo por ancho ancho. Cualquier proporción que no se ajuste a ese cánon nos va a ser muy difícil de encontrar.
2. Queremos una alfombra redonda o alargada (pasillera).
Aunque hay alfombras redondas hechas en el mercado, suele haber menos gama que en las de formato cuadrado. Haciéndola a medida no tendremos límite ni de diámetro ni de textura y color.
Igualmente, los pasillos, con sus longitudes variables necesitan por definición alfombras a medida, ya que si intentamos adaptarnos a lo que encontremos lo normal es que nos queden un poco largas o un poco cortas.
3. Necesitamos alfombras con cortes, esquinas o formas específicas.
Muchas veces querremos adaptar el tamaño y forma de la alfombra al espacio en el que se va a integrar. Eso puede suponer hacer un corte transversal, una esquina, salvar una columna, hacer un pasillo en L… muchas posibilidades que solamente una alfombra a medida es capaz de ofrecer.
4. Multiplicar las opciones de colores, texturas y remates.
Cuando vemos alfombras ya fabricadas tenemos que adaptarnos a lo que encontremos. Sin embargo, las alfombras hechas a medida nos abren un mundo de opciones.
Porque en una alfombra hecha a medida podemos elegir hasta el infinito entre muchos elementos.
Por ejemplo los materiales (con o sin pelo, para interior o para exterior, natural o sintético, resistente o delicado).
Los colores: las alfombras a medida, particularmente las de pelo corto y liso, ofrecen una gama de colores que multiplica por mucho las opciones de alfombras ya hechas.
Las texturas: alfombras con nudo fino, medio o grande, pelo corto o largo, tramas más finas o más gruesas…
Y por último los remates: dobladillos, festones, cintas, flecos… el límite es tu imaginación y tus necesidades.
La tienda especializada está para ayudarte
Si te apabulla tanta variedad recuerda que tu tienda está para ayudarte, analizando tu caso en particular para elegir las mejores opciones y facilitar la elección.
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