Los sofás son una pieza fundamental en cada hogar, siendo estos los causantes de las miradas de todos los invitados y volviéndose el lugar favorito donde ocurren momentos únicos.
Su importancia se debe a su practicidad, pues, en ellos, se pueden desarrollar reuniones con familiares y amigos para compartir e incluso ser un sitio donde encontrar la comodidad personal a la hora de descansar, ver la televisión, tomar una siesta o incluso realizar una actividad de recreación.
Por otro lado, un sofá le da un toque personal a tu estancia, haciéndola lucir fenomenal con el resto de la decoración, razones que lo convierten en el elemento perfecto para darle comodidad y estilo a tu hogar.
Como toda inversión, esperamos que esta pueda durar un largo periodo de tiempo, para lograrlo es importante darle el cuidado adecuado para que su apariencia se mantenga atractiva a pesar de los años y el continuo uso. Como sabemos, existen muchos hábitos diarios que son dañinos para la vida útil de nuestro sofá, llevándolo a un deterioro prematuro. Por dichas razones, a continuación, te dejaremos las recomendaciones para mantener tu sofá como nuevo.
Protégelos del exterior
Un sofá diariamente se ve expuesto al polvo, manchas, rasguños o la suciedad de los zapatos y manos, en la mayoría de los casos suele volverse el sitio favorito de nuestras mascotas, exponiéndolo también a los pelos, dientes y garras de los mismos.
Por lo que es fundamental que proteja su sofá con una funda que lo recubra y conserve de cualquier daño, todo esto sin perder su toque personal, pues existen fundas protectoras con una gran variedad de estilos que pueden adaptarse a la decoración de tu hogar.
Asea tu sofá
Hay que tener en cuenta que esta pieza de nuestro hogar es de las que más sufren desgastes debido a su empleo y cada cierto tiempo necesitan de una limpieza profunda que los deje como nuevos.
Dependiendo del material que esté hecho tu sofá, existe su propio método de higiene que evita que sufra algún daño en su estructura, por lo que es preciso identificar el tipo de tela antes de aplicar cualquier producto y a partir de ahí tomarse su tiempo y realizarle minuciosamente su limpieza con los artículos adecuados.
Elimina la suciedad
Es muy común que existan ocasiones en donde decidamos comer en nuestro sofá mientras vemos una película o pasamos tiempo de calidad con algún familiar o amigo, igualmente están las pelusas, polvo o residuos de cualquier tipo que se van acumulando de a poco.
Debido a esto, se recomienda aspirar tu sofá al menos una vez por semana para impedir que la suciedad se acumule entre los cojines o pliegues del mismo, evitando que se genere algún mal olor por los desperdicios y eliminando a su vez a los ácaros que pueda haber en él.
Aleja las fuentes de calor
El contacto directo con estufas, radiadores o aires acondicionados, así como la exposición en fuentes de luz directa, hace que los tejidos de nuestro sofá se desgasten, pues su revestimiento tiende a decolorarse o a cambiar su color con el paso del tiempo disminuyendo su tiempo de vida útil en nuestro hogar.
De este modo, al momento de colocar tu sofá en la habitación, intenta en la medida posible alejarlo de los rayos del sol o asegúrate de colocar persianas que imposibiliten la exposición continua durante el día.
Cuida su estructura
Es importante que una vez tengas tu sofá evites sentarte en los reposabrazos y respaldos, evidentemente, no están diseñados para aguantar esa cantidad de peso de forma continua y hacer de esto un hábito puede ocasionar que se desfigure, se rompan las costuras e incluso puede hacer que la estructura interna se vea comprometida y fracture.
De igual manera, evita lanzarte en el sofá a la hora de sentarte y si tienes niños en tu hogar, impide a toda costa que salten en el sofá, pues a pesar de tener una estructura fuerte y resistente, un mal uso de ella puede dañarlo irreparablemente.
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