Las casas de madera, hace unos años que vuelven a ser tendencia y que están empezando a asentarse como una novedad pero mucho más sólida de lo que venía siendo hace unos meses. Aún están muy lejos, en España, de lo que pasa en otros países con mucha más tradición maderera como pueden ser los países nórdicos como Finlandia. Pero sin duda, ante la subida del precio de la luz y del coste de la vida, en general, se convierten en una opción mucho más rentable de lo que habían sido hasta ahora.
De hecho, el ahorro de las casas de madera tanto en suministros como en el propio precio de la construcción, es algo a tener en cuenta si tienes pensado hacer una construcción ahora. Existen diferentes empresas especializadas que pueden ofrecerte este servicio para ti. La madera es un excelente aislante térmico, por eso, puedes conseguir gastar mucho menos en electricidad y en gas para la climatización del hogar. Esto además de ser un ahorro económico, también cuenta para mejorar la confortabilidad de la vivienda.
¿Madera o tocho? Por qué optar por la primera
La situación de emergencia climática que vive el planeta, hace que cada vez se valore mucho más la huella que deja los diferentes materiales de construcción en la sostenibilidad. Por eso, existe una fuerte tendencia en el mundo de la decoración, en una apuesta por los materiales naturales y por renaturalizar el hogar hasta el punto de la implementación de muros verdes, casas mucho más minimalistas y mejoras sustanciales en cuanto al despilfarro energético con la llegada de los hogares inteligentes y los electrodomésticos con mejor eficiencia. En definitiva, una apuesta por gastar menos energía y también ser más eficientes en la conservación y el rendimiento de los aparatos electrónicos.
La madera se encuentra entre estos materiales que vienen con fuerza en el mercado. Más aún, teniendo en cuenta que existen bosques dedicados ya a estos usos. Son diferentes los beneficios que presenta la madera frente al tocho, aunque aquí sigan siendo mayoría las construcciones de este material. La eficiencia energética, la durabilidad o la solidez estructural son algunas de las ventajas de tener una casa de madera en lugar de una de tocho. Aunque ciertamente, es posible que esto que es ahora una tendencia en proceso de consolidación acabe siendo la tónica general de la construcción en España en un futuro no muy lejano.
Ventajas de tener una casa de madera
Si estás pensando en comprar una casa de madera, puede que necesites saber qué ventajas te va a reportar. Aunque algunas de ellas ya se han citado, cabe estudiar detenidamente cuales son los mayores beneficios que puedes obtener de construir una casa de madera en tu propia parcela:
- Regulación higroscópica: La humedad suele ser un quebradero de cabeza para muchas famílias, ya sea por exceso o por defecto dependiendo del clima en el que te encuentres. La madera es un material natural que tiene la capacidad de autoregular la humedad en el interior de tu casa. Esto lo hace mucho más confortable y apto para todo tipo de familias y necesidades.
- Regulación térmica: Otra de las características que llaman la atención de una casa de madera es precisamente la capacidad de regular la temperatura. Es un excelente aislante térmico, que te permite evitar el exceso de calor en verano y permite estar caliente en invierno mientras fuera hace frío.
- Eficiencia energética y ecológica: Las dos ventajas citadas anteriormente, son la base de este beneficio. Como la humedad y la temperatura están mejor controladas y reguladas de forma natural, eso permite que puedas controlar mucho más el gasto energético, en consecuencia, tienes una mayor eficiencia ahorrando no solo en emisiones al planeta sino también en dinero. Por otra parte, la madera es un material más sostenible y ecológico con menor impacto que el tocho.
- Más económica: El coste de la construcción de una casa de madera frente al tocho es mucho más económica. Esto se debe en tanto que parte de la elaboración se hace en fábrica con máquinas especializadas y porqué los tiempos de ensamblaje in situ son mucho menores que en el caso del tocho. Menor mano de obra, menores costes imputables a la vivienda. En consecuencia, un precio mucho más asequible.
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