La decoración vintage es una de las más populares en la actualidad. Y es que resulta muy complicado resistirse al encanto de los espacios diseñados siguiendo los estándares de belleza que van desde finales de los años 30 hasta la década de los 70.
Aunque son dos estilos de decoración bien diferentes, lo cierto es que a día de hoy son muchas las personas que confunden lo vintage con lo retro. Ambos evocan épocas pasadas, pero en el caso de la decoración vintage tanto el mobiliario como los objetos decorativos se fabricaron hace varias décadas. Mientras, el estilo retro se basa en muebles y elementos de decoración que reproducen la estética de tiempos antiguos.
Las principales claves de la decoración vintage
Nuevo + Viejo
Si hay algo que caracteriza este estilo es la fusión de elementos antiguos y modernos en un mismo espacio. En la decoración vintage no hay ningún tipo de reglas o normas. El objetivo es crear espacios desenfadados que encajen con los gustos y preferencias personales de cada uno.
Una buena idea para conseguir ese toque desenfadado es jugar con los colores o con los materiales. Por ejemplo, una mesa de comedor de madera fabricada en la década de los 50 con varias sillas de acero a su alrededor.
Colores
Los colores estrella del estilo vintage son claros y suaves, con el blanco como eje central. Para que la estancia no quede sosa y aburrida, se pueden aplicar tonos pastel en los muebles y elementos decorativos.
Si el espacio es amplio y tiene suficiente luz natural también se pueden aplicar estampados florales en algunas paredes. El contraste con las superficies lisas le da un carácter muy especial y nostálgico al espacio.
Papeles pintados
Para las paredes en la decoración vintage nada mejor que los papeles pintados: motivos florales, estampados con formas geométricas o rayas clásicas… Aportan un toque de lo más especial a cualquier estancia.
Materiales
Respecto a los materiales, los mejores para la decoración vintage son el mimbre, la madera y la forja. Se puede jugar con ellos en los muebles, combinando distintos materiales en una misma estancia para lograr ese toque desenfadado que caracteriza este estilo.
Textiles
En cuanto a los textiles, la mejor opción es apostar por las fibras naturales como el algodón y el lino. También las piezas tapizadas en tejidos lisos como los sofás y los sillones, tanto en el dormitorio como en el salón.
Mobiliario
Los muebles son uno de los aspectos más importantes de la decoración vintage. Lo primero es escoger qué época se desea evocar: ambiente romántico de los años 30, ambiente atrevido de la década de los 70… Una vez determinado, las posibilidades son muy amplias. En el salón no puede faltar un sofá o sillón tapizado, del mismo modo que en el dormitorio es esencial una cama de forja.
Lo ideal es contar con muebles originales de la época. Si no se encuentran en muy buen estado, lo mejor es restaurarlos.
Elementos decorativos
Los objetos de decoración, del mismo modo que los muebles, tienen una gran importancia en este estilo. Se pueden encontrar una gran selección de elementos en tiendas de segunda mano o mercadillos: baúles, maletas de cuero desgastadas por el paso del tiempo, fotografías antiguas, juguetes de mediados del Siglo XX… ¡un mundo de posibilidades!
Al igual que en el resto de estilos decorativos lo más importante es no recargar la estancia en exceso. Se trata de dar con los elementos decorativos que mejor encajen con el tipo de decoración vintage escogida y encontrar el lugar idóneo para ellos.
Manualidades
Los elementos de decoración hechos a mano son una de las principales claves de la decoración vintage, como por ejemplo una colcha tejida de lana para la cama o un mantelito de hilo para la mesa de comedor. ¡El verdadero encanto está en los pequeños detalles!
Tipos de decoración vintage
Dentro del estilo decorativo vintage hay una gran selección de subestilos diferentes. Se trata de encontrar aquel que mejor encaja y se adapta a la personalidad de cada uno.
- Vintage industrial: se trata de uno de los subestilos más radical de todos. Para aplicarlo basta con combinar paredes de ladrillo u hormigón visto con muebles de décadas pasadas y butacas tapizadas.
- Vintage rústico: este es uno de los subestilos más valorados. Tan sólo hay que introducir objetos de vendimia o granja para lograr ese carácter rústico.
- Vintage moderno: este es uno de los más populares ya que aporta muchísimo color y alegría a cualquier estancia. Se trata de combinar lo antiguo con lo moderno, como por ejemplo una cama de hierro forjado con un cabecero acolchado.
Iluminación
Las lámparas que mejor encajan con la decoración vintage tienen siempre un toque dorado. Se puede apostar desde pequeños apliques de pared a grandes arañas de cristal en el techo.
Piezas clave
Y, por último, destacar cuáles son las piezas que no pueden faltar en la decoración vintage: cómodas, espejos, vitrinas y muebles auxiliares. Un espejo veneciano en el baño queda de lujo, mientras que la vitrina en el salón queda muy bien para guardar por ejemplo los manteles.
Lo más importante en la decoración vintage es conseguir una armonía en el espacio. Lograr ese toque desenfadado de modo que todos los elementos encajen unos con otros y guarden cierta sintonía. Este es uno de los estilos más demandados en la actualidad ya que permite crear espacios de lo más acogedores y nostálgicos, en los que las personas se sienten muy a gusto.
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